Entre sus experiencias en el uso del Aloe para el tratamiento de varios cánceres, el padre Romano Zago , en el libro «El cáncer se puede curar «, también cuenta algunos testimonios de personas que han mejorado, o incluso recuperado, del cáncer de mama tomando este preparado a base de sobre Aloe Arborescens y miel.
Hoy un estudio científico, lamentablemente por ahora solo in vitro, parece confirmar la acción antitumoral del Aloe.
En el presente estudio, se investigó el potencial citotóxico del extracto crudo de Aloe Vera (ECA) solo y en combinación con cisplatino (un agente quimioterapéutico) en células de cáncer de mama y de cuello uterino mediante un ensayo de viabilidad celular, examen morfológico nuclear y análisis del ciclo celular.
Los efectos se correlacionaron con la modulación de la expresión de genes implicados en la regulación del ciclo celular, la apoptosis y el metabolismo de fármacos mediante RT-PCR.
La exposición de las células tumorales al extracto de Aloe resultó en una pérdida significativa de la viabilidad celular de una manera dependiente de la dosis y el tiempo, que se encontró que estaba mediada por la vía apoptótica como lo demuestran los cambios en la morfología nuclear y la distribución celular en diferentes etapas ciclo celular.
Curiosamente, el extracto de Aleo Vera no tenía una citotoxicidad significativa hacia las células normales , lo que lo coloca en la categoría de agentes quimiopreventivos seguros .
Además, los efectos se relacionaron con la regulación a la baja de ciclina D1, CYP 1A1, CYP 1A2 y con una mayor expresión de bax y p21 en células MCF-7 y HeLa.
Además, la combinación de dosis baja de extracto de Aloe y cisplatino mostró un índice de combinación de menos de 1, lo que indica una inhibición del crecimiento sinérgico en comparación con los agentes aplicados individualmente.
Resultados del estudio
En resumen, estos resultados indican que el Aloe puede ser un agente antineoplásico eficaz para inhibir el crecimiento de células cancerosas y aumentar la eficacia terapéutica de fármacos convencionales como la cispolatina .
Por tanto, el fomento del desarrollo de agentes terapéuticos de origen vegetal parece justificado para nuevas estrategias de tratamiento del cáncer.